Introducción teórica: El comportamiento animal, en particular humano, con respecto al ciclo diurno puede clasificarse en dos grandes grupos: buhos y alondras. Los buhos son los que están más activos durante la noche, que rinden más, estudian mejor y no tienen problemas para trasnochar. Las alondras son los que están más activos de día, están activos de mañana y a la noche les cuesta mantenerse despiertos. Se dice también que esto tenía que ver con el rol en la tribu del hombre primitivo: o salías a cazar/recolectar de día o hacías guardia durante la noche.Yo soy claramente alondra. De noche siempre me duermo, no duro mucho después de medianoche, incluso si no tomé nada.
Cuando me mudé en el 2003 lo que menos me gustó del departamente era que tenía sol de tarde. Durante varios años sufrí viendo el sol desaparecer por mi ventana.
Cuando el año pasado me puse a buscar departamento, en la lista de cosas que estaba buscando, arriba de todo figuraba "que mire al este". Sol de mañana, de ser posible para ver el amanecer. Lo conseguí, y me tuve que hacer cargo que soy hiper-alondra.
Desde que estoy acá, salvo contadas ocasiones, me despierto con el sol, me levanto y me doy cuenta que es el momento del día en que mejor me siento anímicamente. En contrapartida, de un tiempo a esta parte me estoy haciendo cargo que siento cuando el sol se va. En ese momento en que acaba de irse tras el horizonte, si no estoy particularmente activo, me siento raro, casi angustiado, muy tirado.
Hoy no hubo amanecer como tal. El cielo está nublado MAL, pesadísimo. No llueve, llora el cielo, despacio. Encima no pude ni tomarme un mate, porque fui a sacarme sangre. Caminaba por la calle en un sopor increíble, me pesaban las piernas. Mi oficina sin ventanas tiene la luz quemada. Por los parlantes no puede sonar otra cosa que The Cure.
La esperanza tendrá que mantenerme en pie hasta el próximo amanecer. Al fin y al cabo, siempre hay otro...
