Libro: Mercadian Masques
Burócratas
dejados y goblins altos e inteligentes (kyren) gobiernan la ciudad e
intentan mantener bajo control las ciudades de las planicies y las
ciudades costeras que también comercian con los tritones y luchan contra
los rebeldes Cho-Arrim escondidos en los bosques de Rushwood. El
ciudadano común es avaro y paranoico. Grupos de asesinos y ladrones
conocidos como Cateranos se esconden en los callejones y recovecos
dispuestos a tomar cualquier trabajo sucio disponible.
Autor: Francis Lebaron Expansiones: Mercadian Masques Como vimos en The Thran, estos burócratas y kyren son descendientes de los Thran y goblins que llevó hasta aquí Dyfed, la caminante de planos, para apartarlos de Yawgmoth. Gerrard se pone en contacto con el gobierno de Mercadia y acepta un extraño trato con el magistrado: educará al ejercito de Mercadia y un grupo de cateranos durante un tiempo (al fin y al cabo, es un Maestro de Armas Benalita) preparándolos para un asalto sobre los Cho Arrim. Si la incursión es exitosa, recuperará su barco y el magistrado le concederá salida a él y su tripulación de Mercadia. Todo esto hasta la primera incursión contra los Cho-Arrim (intentando recuperar el Vientoligero), donde descubrirá a la fuerza la verdad de la situación política. Los cateranos realizan una masacre sobre los Cho Arrim, con lo cual Gerrard reconoce haber estado del lado equivocado de la disputa, ataca a sus mismos soldados y es tomado prisionero nuevamente. Junto al Vientoligero, "rescatan" a Orim, que ha pasado estos meses entre los Cho-Arrim (de allí su nuevo look con moneditas trenzadas y su romance con Cho-Manno). Ella les explica que los Cho-Arrim secuestraron la nave considerándola una señal del regreso del dios del cielo Ramos, y el fin de la tiranía de Mercadia (puede ser que a donde vayan sean considerados mesías?). Takara logra un nuevo "trato" con el magistrado de Mercadia: la reparación del Vientoligero para él a cambio de la libertad de la tripulación. Hanna, Sisay y Orim van hacia Saprazzo, ciudad de tritones, para conseguir un artefacto necesario para reparar el Vientoligero (donde también se meterán en problemas), mientras Gerrard, Starke, Tahngarth, Karn y Squee permanecen prisioneros de Mercadia. Finalmente escapan y parten en busca de otros artefactos, en cuya busca la tripulación del Vientoligero tiene un encuentro en Deepwood con Ramos, un antiquísimo dragón mecánico adorado como un dios que llegó a este mundo escapando de la destrucción de Argoth (ver The Brother's War) llevando consigo refugiados de todas las razas y apareciendo casualmente en el plano de Mercadia. Los "huesos" de Ramos, gemas con formas disímiles, misteriosamente encajan en el motor del reparado Vientoligero, como si fueran las piezas del rompecabezas que faltaban, convirtiendolo en un instrumento aún más poderoso, con Karn como cerebro. El legado cada vez está más completo. Takara revela ser en realidad el cambiaformas Volrath, que se unió al Vientoligero en su venganza personal contra Gerrard. La rebelión ataca Mercadia, y la tripulación del Vientoligero descubre y destruye un inmenso hangar subterráneo donde cientos de naves voladoras de diseño phyrexiano estaban preparándose para la invasión a Dominaria. Es tiempo de dejar Mercadia a su suerte y volver a casa para los sobrevivientes del Vientoligero, y prepararse para la guerra que se avecina. La próxima entrega: Nemesis, de Paul Thompson. Mientras la tripulación del Vientoligero intenta lamer sus heridas y salir de Mercadia, en Rath, el tiempo no para. Con Volrath desaparecido, hace falta un nuevo Evincar en Rath para ultimar los detalles de la invasión a Dominaria. |
viernes, 1 de junio de 2007
Dominaria VII: El Ciclo de la Mascarada I
Tras escapar de Rath a través del Portal Errático, el castigado
Vientoligero se estrella en una planicie. En el horizonte se vislumbra
una extraña imagen: una montaña invertida. Una misteriosa ola invade la
planicie y desaparece arrastrando con él al Vientoligero, Orim y algunos
de sus tripulantes. Gerrard, Sisay, Hanna, Karn, Tahngarth, Squee,
Takara, Starke y algunos más son arrestados por soldados de Mercadia, la
ciudad construída sobre la montaña invertida que parece dominar el
paisaje. Una vez allí, y aprovechando la confusión reinante en las
calles, la tripulación del Vientoligero orquesta un escape.
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