Introducción
De
regreso en Jamuraa! Por casi un año, las naciones en conflicto en este
continente tropical han luchado contra el malvado mago Kaervek, con
trágicos resultados. Femeref ha caído, Suq'Ata ha cerrado sus fronteras;
y Zhalfir es sobrepasada por sus propios refugiados y desafortunados
huyendo de los mismos horrores que aterrorizaron a Femeref.
Pero
hay algo de luz en estos tiempos oscuros. Aunque una vez fue aliada de
Kaervek, Jolrael se ha vuelto contra él. Ayudada por las secretas
manipulaciones del caminante de planos Teferi, Jolrael espera poder
guiar a los líderes de Jamuraa mediante una serie de visiones--sueños
que ofrecen guía y fuerza a aquellos que tengan el valor de enfrentarse a
Kaervek. Guiadas por sus visiones, Asmira y Rashida Matadragones
construyen una fuerza de elite e intentan liberar al mago Mangara de su
prisión mágica. Hakim Loreweaver y Sidar Jabari intentan contener las
fuerzas de Kaervek los suficiente para que funcione el plan de Asmira.
Acepta las Visiones. Se testigo de la batalla final por Jamuraa.
La guerra por Jamuraa ha durado casi un año.
Femeref
ha sido invadida. Suq'Ata ha cerrado sus fronteras. Los Zhalfirin son
empujados por sus llanuras hacia el corazòn de su tierra. Por supuesto,
Kaervek siente su victoria asegurada. Pero su aliada Jolrael duda.
Originalmente, sólo deseaba prevenir que Mangara dominara Jamuraa, pero
con el tiempo se ha comenzado a preguntar si su elección de aliados fue
sabia - Kaervek parece querer exterminar
a las tres naciones. Ha usado los palacios y criaturas de Jolrael como
si fueran propios, y legiones de espíritus malignos rondan pro la tierra
a su antojo. Jolrael ha intentado secretamente liberar a Mangara de la
prisión de ambar donde está atrapado, pero fue detenida por hechizos
colocados por Kaervek, una clara señal de que no confía en ella. Era
sólo una cuestión de tiempo hasta que Kaervek descubriera su intento;
Jolrael debe encontrar ayuda, y tiene que encontrarla ahora.
Buscando por la tierra en forma
espiritual, Jolrael descubrió una señal de energía de la isla que
originalmente atrayera a Mangara y Kaervek a Jamuraa. Era el antiguo
mago real Zhalfirin Teferi - un Caminante de Planos suficientemente
poderoso como para aplastar a Kaervek. Mágicamente transportó su cuerpo a
la isla, donde confesó a Teferi su participación en la invasión de
Kaervek y suplicó la ayuda del Caminante de Planos. Teferi se negó a
interceder: sus experimentos eran muy frágiles y si eran desatendidos
podían amenazar a Jamuraa mucho más que los planes de Kaervek. En su
lugar, se ofreció a guiar a los líderes de Jamuraa a través de sueños y
visiones. Les mostraría la ubicación de Mangara y la clave para abrir su
prisión de ambar. La tarea de Jolrael sería distraer a Kaervek, y para
ello Teferi tenía lo que necesitaba. . .
Sueños de Victoria
En
semanas, Asmira, Rashida Matadragones, Sidar Jabari y Hakim Loreweaver
se encontraron cerca de la capital de Zhalfir, Kipamu. Llevados por
sueños, ninguno de ellos sabía por qué estaban allí - con excepción de
la profeta Asmira. Ella les explicó que el destino los estaba llevando a
rescatar a Mangara, quien estaba retenido en un ambar encantado en un
palacio en lo profundo de la Jungla Mwonvuli. Las visiones de Asmira
eran conocidas por su claridad y precisión; ella había sido la única
persona que había previsto esta guerra, aunque sus advertencias fueron
ignoradas.
Para liberar a Mangara,
el grupo debería distraer a Kaervek y sus tropas. Rashida formó una
guardia de elite para la misión de rescate con Asmira como guía de la
guardia, mientras Jabari y Hakim intentaban crear una distracción
suficiente.La oportunidad se presentó cuando los ejércitos de Kaervek atacaron la frontera de la ciudad de Ufunguo en Zhalfir. El ataque arrasó la ciudad; sólo el sacrificio de Sidar Mwigo y sus tropas permitieron escapar a los habitantes. Guiado por un sueño, Jabari llevó a los sobrevivientes a Tefemburu, una ciudad ya peligrosamente superpoblada. Jabari sabía que pronto Kaervek enfocaría su atención en Tefemburu, dando una oportunidad a la guardia de elite de Rashida.
Como Jabari esperaba, los ejércitos de muertos, espíritus caídos, bestias y dragones de Kaervek golpeaban a la puerta de la ciudad. Los atacantes fueron repelidos, y los voladores fueron derribados por arqueros, pero el número de enemigos garantizaba que la ciudad no sobreviviría una semana.
Hakim mantenía alto el espíritu de los ciudadanos contando historias de antiguas maravillas; finalmente comenzó un nuevo relato, de cómo los habitantes de la ciudad escapaban al sitio - un cuento que ni siquiera él había escuchado antes, un cuento basado en un sueño. El cuento se convirtió en un hechizo que causó que todas las criaturas asediando la ciudad desaparecieran al atardecer. Hakim y Jabari ordenaron a la gente huir.
En una apurada reunión, los magos de los gremios decidieron dejar Tefemburu con una trampa mágica. Al atardecer del día siguiente, los ejércitos de Kaervek reaparecieron. Ignorates de la evacuación, cargaron contra la ciudad buscando a la gente que debería estar allí. La trampa estallo - una esfera de enorme energía envolvió Tefemburu y explotó, destruyendo la ciudad y los ejércitos de Kaervek.
Visiones impactantes
Kaervek
despertó de una semana de observación de tierras distantes para una
próxima conquista por el grito psíquico de la muerte de sus ejércitos.
En pánico, invocó nuevos refuerzos con su poder remanente. Sabía que los
habitantes de Tefemuru habían escapado a la explosión, pero no podía
adivinar cómo, por lo que buscó mágicamente en Jamuraa. Encontró que la
isla que lo había atraído a Jamuraa hacía dos siglos estaba nuevamente
habitada, y supo que los recién llegados debían ser los responsables de
su derrota. Juntó a sus fuerzas remanentes y a Jolrael y navegó hacia la
isla de Teferi, dejando a Purraj y otros sicarios para vigilar a
Mangara.El enfrentamiento con Teferi fue breve. El Caminante de Planos no se tomó mucho trabajo con el ejército de Kaervek, enviando a la mayoría de las fuerzas del malvado mago al fondo del océano. Durante la batalla, Jolrael se volvió contra Kaervek, dañando severamente al mago en una acalorada batalla arcana. La nave de Kaervek fue volcada por una ola gigantesca, pero uno de los dracos de Teferi recogió a la inconciente Jolrael de los restos.
Kaervek
logró arrastrase hasta la costa y de allí a los pantanos de Uuserk para
obtener energía de su rico maná, pero se encontró con una gran ciudad
flotante controlada por los Gremios de Magos de Shaper y Sombras. Los
gremios habían creado esta ciudad, llamada Aku, como una tumba portátil
para la nobleza de Zhalfir. Sintiendo la presencia de Kaervek, los
guardianes de la ciudad asumieron que había venido a conquistar la
ciudad, y se prepararon para luchar.
Mientras
tanto, Asmira, Rashida y la "Elite Matadragones" habían cabalgado hacia
la jungla Mwonvuli, pero encuentros frecuentes con el enemigo había
frenado su avance. Asmira temía que no pudieran llegar hasta Mangara
antes del regreso de Kaervek. Pero la esperanza vino desde arriba -
Sisay y su nave voladora, el Vientoligero, aterrizaron frente a ellos.
Necesitando reparaciones tras un ataque de un dragón, Sisay sintió la
extraña compulsión de encaminarse en esa dirección. El resto entendió,
para sorpresa de Sisay.
El precio de la esperanza
El
Vientoligero alcanzó el palacio de Jolrael en menos de un día. La
prisión de ambar estaba custodiada por Purraj y una variedad de
criaturas, y la Elite las atacó. Asmira no podía romper la prisión, ya
que había sido protegida con una Guarda de Reliquia. Rashida vió que
ella y sus tropas estaban perdiendo, por lo que agarró una máscara de
dragón que le otorgó fuerza y velocidad sobrehumana. Pudo derrotar las
fuerzas de Kaervek en un rápido ataque antes de caer al suelo aturdida,
horrorizada en lo que se había convertido para triunfar. La única
sobreviviente fue Purraj, que saltó sobre Asmira. Asmira ignoró los
golpes fatales hasta que logró completar el ritual con sus últimas
palabras. Su sacrificio fue acompañado de un brillante halo de luz que
rompió la prisión, liberando a Mangara.
Mientras
estaba atrapado, Mangara había continuado observando Jamuraa, por lo
que se transportó mágicamente a las Ciénagas Uuserk para enfrentar a
Kaervek, quien fue sorprendido. Los magos esgrimieron sus hechizos, pero
la abundancia de maná negro en los alrededores le daban a Kaervek la
ventaja. Los magos de Aku liberaron varios djinn para atacar a Kaervek,
pero él obtuvo su control y los envió contra Mangara - exactamente lo
que los magos esperaban, ya que los djinn permitirían a Mangara ganar
fuerza de sus ataques. Mangara invocó una unidad de arqueros Quirion,
que redujeron las fuerzas de Kaervek. Kaervek fue derribado por la
primera flecha; antes que se recuperara, Mangara atrapó al mago y lo
encerró en la Prisión de Ambar. En todo Jamuraa, las fuerzas combinadas
de Jabari y Rashida empujaron a los aliados remanentes de Kaervek hacia
las montañas. Sintiendo la derrota, los Viashino y sus dragones regresaron al Gran Desierto. Con Kaervek desaparecido, sus fuerzas remanentes se escondieron. Mangara reconstruyó Zhalfir y Femeref, ayudado por la nueva confianza entre ambos países. Suq'Ata pareciera estar igual, excepto por la presencia de los Robaalientos.
La martir Asmira es ahora honrada con el título de "Vengador Sagrado". Se cree que Purraj murión en la explosión que liberó a Mangara, pero no se encontró nunca un cuerpo. Jolrael regresó a Mwonvuli, con los animales como única compañía y la visita ocasional de Teferi. Jamuraa sigue adelante, pero la influencia corrupta de las Islas Ardientes continúa. La gente está viendo el amanecer de una nueva era, pero las sombras en su interior serán aún más oscuras.
En nuestra próxima entrega, conociendo ahora la historia de Jamuraa, volvemos allí pero unos cuantos años en el futuro, cuando los Keldon la invaden, y las tribus de Jamuraa resisten con la asistencia de Barrin, Rayne y varios estudiantes de la Academia Tolariana. ¿Cuánto de la Profecía Keldon será cierta?
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