Las cosas empezaron a mejorar un poco. Cuando llego al hotel, me encuentro en la puerta con flame- (a.k.a. Johanna Virtanen en la vida real, de Finlandia), Nick Sephton (juez de UK) y alguna gente de Wizards. Les pido que me esperen que hago el check in y salgo con ellos. El check in del hotel se demora noseporque y para cuando vuelvo la gente de WotC se había ido, ninguna sorpresa. Fuimos al shopping que está abajo de las petronas a un restorán thai. Me pedí lo que me pareció menos picante y más manejable del menú: carne con pimienta negra. Tuve que tomarme un litro de agua para no dejar la boca ahí. Y eso fue sólo el comienzo. Encontrar algo de comida NO picante fue bastante difícil. No se qué obsesión tienen acá con el curry, los ajíes picantes, la pimienta. Está en todos lados. Y el pescado, también, metido en TODO. Encontrar algo para comer sin pescado era todo un desafío; que no fuera picante, más todavía.
El jueves a la mañana comenzó la gran comilona de desayuno. Yo se que no aprovecho mucho estas cosas, pero hay gente que sí. El desayuno (incluido en el hotel) tenía DE TODO. Sí, ya se que es no raro en estos hoteles que además del clásico café, te, pan, fruta, cereales, etc. haya queso, jamón, omelettes... en algunos lados llegué a encontrar chorizos y cosas así que los europeos desayunan. Había todo eso, pero también había todos los ingredientes para preparar una sopa china, tofu, ensaladas y hasta SUSHI. Yo no entiendo esa manía de no cocinar el pescado, pero bueno. Mientras yo desayunaba algo bien completo pero siempre dulce, Jorge (Peñailillo, de Chile) y otros jueces locos atracaban el sushi con wasabi a las 7 de la mañana. Bah, 7 de la mañana allá. En una semana no pude arreglar mi reloj interno. Lo que nos lleva al siguiente punto: jet lag.
Es la primera vez que viajo a Asia. Lo más lejos que estuve de mi huso horario normal fue Honolulu, y creo que no llegaban a 6 hs. No recuerdo haber tenido problemas especiales allá, a lo sumo estaría más cansado a la mañana, pero como soy madrugador, debía compensar con eso. Esta vez tenía 14 hs de diferencia. Sí, ya se que eso es imposible, porque como máximo puede haber 12... tenía 10 horas de diferencia... y un día. Resumiendo, a la mañana del jueves era la noche del miércoles en Argentina. Y la noche del jueves la mañana del jueves. Raro. Fue muy complicado calcular los horarios para tratar de engancharlo a Theo en el TE. Igual lo peor fue para intentar dormir. Noche de lunes y martes, arriba del avión. Duermo mal o no duermo en los aviones, así que llegué como para cenar y caer destruido. El plan original era llegar al noche del martes, para tener 48 hs para tratar de descansar, ajustar el reloj interno y prepararse para el evento. Gracias Amex Mexico por impedirlo. Realmente espero no tener que tratar NUNCA más con uds. Ya hablé con Andy para buscar alternativas. El miércoles a la noche (mañana/tarde en Argentina) no podía dormirme, por más que estaba cansadísimo. Eso se repitió todas las noches. A la mañana me levantaba bastante cansado, era de noche en BA. Un par de cafés y a darle átomos. Para después del mediodía (onda 3 AM de BA) me empezaba a caer. Después de las 6 de la tarde (8 AM en BA) me “despertaba”. Hacia la noche temprano me caía de cansancio, literalmente me dormía sentado (me pasó en un momento jugando EDH). Cuando me quería acostar onda 10-11 PM, me pasaba de vuelta de rosca y no me podía dormir. Me despertaba a mitad de la noche muy lúcido y me costaba como media hora volverme a dormir. Terminaba levantándome temprano para bañarme y desayunar. Ya estoy volviendo y la verdad, espero no haber ajustado el reloj interno a KL, sino acá vamos de nuevo...
Volviendo a las llamadas a Theo, comunicaciones en Malasia... Una tarjeta para hablar desde un TE público unos 15 min a Argentina salía unos 90 RM (90$). Excesivo. No encontré locutorios. Llamar del hotel, fuera de la cuestión. La conexión a internet en la habitación, 50 RM por día. No valía la pena para chatear un rato. Había wifi en las zonas comunes del hotel, pero apestaba. Recién el lunes a la noche logré levantar el skype y hablar un rato, pero tampoco gran cosa.
El hotel, a todo trapo. Ya pondré algunas fotos en Facebook. La habitación, nada del otro mundo, salvo que tenía ducha Y bañera. Separadas. Del desayuno ya hablé. El domingo a la noche nos quedamos con unos jueces y Andy jugando EDH en el bar del 6to piso, lugar piola. Pero la papa estaba en el piso 33: de 7 a 19 funcionaba una pileta. Bastante interesante, larga pero no profunda (toda de 1.2m, sin desnivel). A su lado, un yacuzzi de agua tibia y una piletita de agua CALIENTE. Plantas, sillones, almohadones, mesitas y, obviamente, un bar. El Skybar. Las paredes eran ventanas hasta el metro cincuenta. Después estaba abierto, así que corría buen aire. Todo esto con vista a la ciudad. Bastante impresionante por cierto. Desde las 19-20 el Skybar se convertía en una especie de boliche (no había lugar para bailar, pero sí música tecno, luces, y el bar a full). A esa hora se veía llegar un tipo de gente muy distinto, ya que se ve estaba abierto al público en general. Si había minas pasables en Malasia, estaban ahí (acompañadas, claro). O bien escondidas.
Muchas de las mujeres usaban un pañuelo alrededor de la cabeza, pero no escondían la cara. Bien podrían haberlo hecho :P También es común encontrar de las musulmanas que van de negro y se le ven con suerte los ojos. De cualquier manera, lo más zafable en materia de mujeres podía ser alguna chinita... y hasta ahí. En fin, qué lindo vivir en Argentina y poder ver chicas lindas por la calle, que en verano no le tienen miedo a la ropa corta :D
Verano! Claro, acá era invierno. Por eso los 30 grados a la sombra, con una humedad pegajosa. Carlos (Ho) me dijo que en Panamá era así normalmente, y por eso se fue a España, tampoco lo soportaba. Por las dudas nos movíamos del aire acondicionado del venue al del shopping al del hotel.
Volviendo un poco a las chicas, era donde se hacía más evidente el punto de confluencia que es Malasia. En ellas se evidenciaba que Kuala Lumpur es el punto de encuentro de los árabes, musulmanes, indios, chinos y demás. Una mezcla de todas esas razas, culturas, maneras de vestir, costumbres. Costaba encontrar algo típicamente malayo. Los lugares de comida eran chinos, thai, indios. Esperaba algo más japonés, pero no está tan cerca como se puede pensar. Encontré en algún que otro lugar animé en más cantidad que en Argentina, pero sólo eso.
Esto ya debe ser un post enorme. Corto acá.
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